Rodar y rodar por la ciudad sólo tiene ventajas, y apenas unos pocos riesgos. En ambientes seguros, la bicicleta es la opción más efectiva, sensata y coherente con el medio ambiente y la propia salud. Muchos piensan que andar en bicicleta es algo exclusivo de Ámsterdam y los Países Bajos en general, cuando en todo el mundo, con sus respectivas previsiones, es posible desplazarse en bicicleta.
Contaminación muy baja
Cualquier medio de transporte, por más eficiente y sustentable que sea, deja una huella de carbono importante. La bicicleta no deja de ser un medio completamente mecánico, por lo que sus emisiones de carbono son solo las que emite el propio cuerpo humano, a las que hay que sumarles las de la fabricación de la bicicleta y su transporte. No obstante, es un medio que no afecta en lo absoluto al aire de la ciudad, y que además, es compatible con otros medios de transporte sostenibles.
Beneficio a la salud
El otro gran aspecto clave que beneficia el hecho de manejar bicicleta a diario es que el cuerpo humano desarrolla una actividad física permanente. Eso tiene beneficios a nivel muscular, pero también cardiovascular y respiratorio.
No todas las personas pueden exigirse tanto al estar montados en una bicicleta, pero sí es una buena estrategia para hacer ejercicio y de una manera en la que no hay que invertir más tiempo en ellos: solamente lo que te demoras en ir y venir de tu trabajo, por ejemplo.
Riesgos siempre existen
Lamentablemente, conductores imprudentes en las ciudades abundan y muchos ciclistas son sus víctimas. Es por eso que se hace de vital importancia que los ciclistas puedan tener todo un kit de protección para que en caso de accidentes, la caída genere la menor cantidad posible de problemas.