No son pocas las personas que le tienen miedo al mar, o al menos, mucho respeto. El mar es tan fuerte e inclemente, que de su fuerza se puede generar electricidad. De eso se trata la energía mareomotriz: gracias a diferentes alternadores, se puede tomar la fuerza de las mareas y así, comenzar a producir energía eléctrica.
Los lugares que han decidido, hasta ahora, desarrollar pequeñas industrias de energía mareomotriz son pocos, pero muy destacados. Esta energía renovable se considera muy poco al hablar de la transición ecológica y sin embargo, ocupa un rol importante en el cambio. En países como Francia, la energía mareomotriz incluso en cuerpo fluviales hoy en día es destacada.
Su contraparte: la energía undimotriz
No solo de la fuerza de las mareas es que se puede generar electricidad: las olas también tienen esa capacidad, a través de la denominada energía undimotriz. Esta tecnología es aún más nueva, y encontrar lugares a gran escala donde ya esté en funcionamiento, es complicado. Sin embargo, la fuerza de las olas es algo que puede tener una aplicación global, por lo que un incentivo de esta energía puede ser útil.