Los mares no han dejado de estar presentes en ningún momento de la historia de la humanidad. El mundo globalizado de hoy existe porque navegantes decidieron darle la vuelta al globo, sin temor a lo desconocido.
A pesar de todos los puentes que ya existen, hay muchos lugares a los que aún solo se puede llegar atravesando las aguas. Por otra parte, existen otros tantos que tienen grandes vías acuáticas que sería mezquino desaprovechar. ¿Qué hacer ante la nueva realidad de transporte sustentable?
Barcos eléctricos en crecimiento
El crecimiento de los trenes eléctricos y sus tecnologías no han parado de marcar la pauta durante todo el siglo XX y lo que llevamos de XXI. Los coches eléctricos ya son una realidad en todo el mundo occidental, y su éxito es cada vez mayor. Pero eso no sucede con los barcos eléctricos: la industria de barcos con baterías, o impulsados por energía solar, es aún escasa.
Los retos son distintos: en los barcos, las autonomías necesitan ser mucho mejores, pues no es posible en muchos casos recargar en alta mar, a no ser que sea con combustibles fósiles. Sin embargo, hay proyectos grandes y pequeños que quieren aprovechar la electricidad para poder navegar.
Norte de Europa como ejemplo
El mar, para los países nórdicos, es una vía de conexión indispensable a la que no pueden renunciar. Especialmente en los fiordos de países como Noruega, se hace imprescindible el transporte acuático. Ante eso, los ferris eléctricos han comenzado a surgir como una alternativa inteligente, constante y segura. Falta mucho trabajo para que estos ferris puedan ser aún más veloces, pero el trabajo ya ha comenzado.
Además, en Dinamarca ha comenzado a circular un importante ferri que funciona con baterías, y que ha sido sumamente útil para recorrer distancias cortas, incluso en la capital de ese país, Copenhague.
Porvenir
El futuro es eléctrico, y los barcos no quedarán de lado. Este mundo irá aumentando su capacidad eléctrica a paso firme, involucrando elementos externos como el viento y el sol, y no solamente grandes baterías almacenadas. Nada hará que los puentes dejen de construirse, pero el transporte fluvial y marino es una de las principales vértebras de ciudades y países, y así debe seguir siendo, por el beneficio de cada pueblo.