Muchas personas adoran comprar productos orgánicos. Sean de origen animal o vegetal, los productos orgánicos destacan por no utilizar fertilizantes en su siembra y recolección, además de haber sido tratados con alternativas naturales, que lo asemejan a los cultivos en huertos. Sin embargo, muchos tienen dudas de si son realmente sustentables, y si sus ventajas valen el precio. Ante eso, hay diferentes elementos que considerar.
Factor geográfico
Puede que haya una serie de frutas de un sabor increíble y de tratamiento orgánico, que hayan sido cultivadas en Nueva Zelanda. Pero si esas frutas tienen por destino España, todo lo que se ahorró en emisiones de carbono durante su siembra y recolección, se habrá gastado con creces en su importación.
Elementos usados
Hay productos que dicen ser ecológicos y orgánicos, pero que son sustentablemente engañosos. Esto se debe a que utilizan en sus diferentes procesos -incluyendo al noviazo- algunos productos que, aunque no son fertilizantes químicos, pueden generar efectos importantes en contra de la tierra en la que se cultiva, o que incluso, pueden atenuar el sabor de los productos.
Sea cual fuere el caso, los productos agrícolas orgánicos necesitan la máxima calidad posible, pero esto no puede ir en desmedro de nuevos elementos contaminantes.